Recientemente Google ha sorprendido con una nueva patente de algo que ha llamado «transportation-aware physical advertising conversions». La idea es que el gigante de Internet sea capaz de sugerirte un lugar para consumir (restaurantes, tiendas, etc.) y, si «te convence» y terminas consumiendo en una de sus recomendaciones, te paga el taxi o te reduce la tarifa. Estas recomendaciones las realiza en base a la geolocalización del teléfono, preferencias y otros datos de consumo que conozca sobre el usuario.
Sin duda, el objetivo final es que Google logre cerrar su “ecosistema” entre el mundo virtual (Internet) y el físico (Google Cars). Pero, ¿quién paga esto? Pues la idea es que los costes derivados de esta estrategia recaigan sobre los propios establecimientos, a través de la publicidad.
Al igual que Google, Coca Cola está buscando también nuevos modelos de negocio. Esta compañía siempre se ha caracterizado por ser una de las empresas más innovadoras, creativas y revolucionarias en su sector.
El gigante y líder de los refrescos con gas se ha lanzado a la compra del 10% de Green Mountain Coffe Roasters, toda una referencia en el mercado de los productores de café en cápsulas. Su intención es que, a partir del 2015, todos sus consumidores puedan preparar su Coca-Cola, Coca-Cola Light, Sprite y Fanta a través de una capsula, utilizando para ello un aparato que ellos mismos van a fabricar.
Una de las características más importantes de Coca Cola es la gran variedad que tienen en sus Product Packaging Designs. De esta forma, tener uno más le va a suponer un gran crecimiento si sus consumidores asocian capsulas (adoptadas y pensadas para preparar café) = Refresco.