La inteligencia empresarial debe ponerse también al servicio de un fin social
UEIA es la primera aceleradora europea especializada en emprendimiento social de base tecnológica fundada por un grupo de profesionales con amplia experiencia en ámbitos como los fondos de inversión, las ONG, incubadoras, los entornos colaborativos o la formación. Recientemente celebraron su UEIA Ignition, donde se seleccionaron una serie de proyectos para recibir servicios de aceleración de startup, con metodologías y modelos de negocio enfocados a emprendedores. El objetivo, garantizar su continuidad y su viabilidad económica.
Jose Martín Cabiedes es uno de los fundadores de esta iniciativa, a la que aporta una amplia experiencia en el mundo de la inversión (business angels y venture capital) y su clara vocación al ámbito del emprendimiento social, como fundador y patrono de la Fundación Hazloposible (www.hazloposible.org).
¿Cómo surge la idea de UEIA?
Realmente hay pocas iniciativas de emprendimiento social y no hay ninguna de emprendimiento social de base tecnológica. UEIA es la respuesta a una necesidad que vimos una serie de personas. Aunque no soy la única persona que hay detrás de UEIA, en mi caso, en el año 1999 fundé, junto con mi mujer —Catalina Parra— la fundación Hazloposible, que pretende ser una Robin Hood de Internet. Es decir, ver todo lo que funciona, dónde está el dinero y buscar un canal para que esos modelos de negocio lleguen a las ONG. En este momento es ya una entidad, con cierto peso, cuatro market places, 18 personas, etc.
Esa es una línea. La segunda es que, primero como un punto de vista anexo a mi trabajo en BBVA, y desde 2009 a tiempo completo, me dedico a invertir en emprendedores. Día a día veo su fuerza, la capacidad que tienen, sus modos de hacer las cosas, que son notablemente superiores a los tradicionales del tercer sector, el solidario.
Hace dos años —junto con una serie de personas con mucha experiencia en startups, modelos de financiación, generación de proyectos con base tecnológica, etc.— empezamos a ver que esos dos mundos se pueden unir. El objetivo era crear un ecosistema, equivalente a lo que tiene un emprendedor, digamos al uso, pero para un emprendedor social de base tecnológica.
¿Este emprendedor social necesita un entorno diferente al que ya existe?
Hoy en día, el emprendedor convencional tiene una serie de recursos que no están al alcance del emprendedor social. El emprendedor social con un proyecto de base tecnológica tiene muy difícil acceso a financiación, debido a la ausencia de rentabilidad.
Hemos querido rellenar ese hueco por una sensación de justicia y porque estamos convencidos de que a través del ecosistema que hemos creado se ofrecen todos los recursos posibles para poder llevarlo a cabo.
La estructura de UEIA no crea nada nuevo y no inventa nada. Lo único que hace es aplicar lo que está funcionando en el ecosistema del emprendimiento y traducirlo de forma inteligente al ámbito social.
Hay que tener en cuenta que esto se produce en un contexto en el que la reducción de financiación pública para el tercer sector es brutal. Hay muchas entidades sociales que tienen que reinventarse, y hacerlo hacia modelos sostenibles. En un mundo como el que vivimos, capitalista, eso se llama “empresa”…