Colaboración & Innovación
Las reglas del juego están cambiando. El siglo XXI, que comenzó con una crisis muy focalizada en un sector, por la burbuja que se originó en las puntocom, nos ha ido llevando a una situación para muchos inverosímil hace unos años.
Ya no se trata solamente de una coyuntura, sino que se conjugan una serie de factores que suscitan un alcance más profundo, y no solo en términos de globalidad. La permanencia en el tiempo de esta situación —más de cuatro años— y una falta de claridad respecto del momento para la recuperación son quizás los rasgo más distintivos. Por otro lado, y en cierta manera vinculado a este aspecto, la crisis ha alcanzado a prácticamente todos los sectores, forzando a casi todos ellos a replantear los modelos existentes para buscar una viabilidad en el medio y largo plazos.
A pesar de que el carácter del español es manifiestamente ciclotímico y nos gusta magnificar nuestras penurias, lo cierto es que muchas de las circunstancias que concurren en esta crisis no son esencialmente negativas. Póngase por ejemplo la tecnología. La evolución en el mundo de la informática y las comunicaciones en la última década ha sido exponencial, hasta el punto de que muchas veces olvidamos que hace escasamente quince años que se empezó a popularizar el uso de Internet, y cinco años que llevamos nuestra agenda y correo en el propio teléfono…