Tertulias, manifestaciones, amenazas… todos hablando de la nueva reforma educativa, la LOMCE. Que haya debate sobre la educación es interesante, y que la sociedad se implique en él es fantástico, pero… ¿sobre qué es el debate?
Tenemos un sistema educativo lamentable y todo el debate se centra en ¡si la religión tiene que hacer media con las otras asignaturas o que tiene que haber x horas de tal idioma! Pero vamos a ver, el problema de la educación en España, y en muchos otros países, no es ese. El problema es que la base es arcaica, lamentable y absurda.
Vayamos a un aula cualquiera en cualquier parte de España y a cualquier hora del día y observemos lo que ocurre. Salvo raras excepciones tendremos a un profesor de pié paseando al frente de un aula donde los alumnos están sentados en pupitres pulcramente alineados. Al cabo de unos días, a los alumnos se les examinará de cuanto de lo que ha dicho el profesor y está escrito en los libros de texto han sido capaces de memorizar. Ah, y si alguno de los chavales se muestra rebelde o reticente a todo esto, pues lo tratamos como un Trastorno por Déficit de Atención por Hiperactividad – TDAH- y todo arreglado.
Seamos sinceros, aquí a nadie le interesa lo que los alumnos aprendan para su día a día, lo único que interesa es la nota obtenida en el examen.
El modelo de enseñanza
El problema de la enseñanza está en su concepción misma. El modelo que usamos se creó para preparar trabajadores obedientes y especializados dentro de un modelo social ya inexistente. La memorización absurda de textos, muchos obsoletos, no va a ayudar al alumno a enfrentarse con los retos actuales.
La educación, desde la infancia a la universidad, debe ayudar a desarrollar las habilidades que hoy en día son requeridas. Una de las primeras cosas que las empresas piden son personas que sepan trabajar en equipo y, sin embargo, desde que los niños tienen uso de razón les metemos en la cabeza el objetivo individual de la nota en su examen; es decir, los formamos en el individualismo cuando en las empresas descartamos este aspecto por egocéntrico.
Durante toda la formación les inculcamos la obediencia, el profesor siempre tiene la razón y lo que él diga va a misa. El alumno está escuchando la palabrería del maestro mientras está simultáneamente viendo en la wikipedia que lo que dice es incorrecto, pero como se le ocurra decir y opinar lo contrario ya tenemos un TDAH. En las empresas necesitamos gente crítica, innovadora, disruptiva, con iniciativa.
Hoy en día los conocimientos evolucionan continuamente, la evolución del Homo Sapiens que a mí me contaron en la vieja EGB nada tiene que ver con lo que hoy se sabe. Antes yo no tenía medios para conocer otra cosa, salvo ir a la biblioteca donde encontraría libros anticuados. Hoy el alumno puede acceder a toda la información del mundo con un dedo, y puede seguir todas las novedades e investigaciones sin salir de casa. Las empresas necesitan personas que estén dispuestas a aprender y desaprender continuamente, no nos vale el que sólo memoriza, porque la información ya la tenemos en Google.
En la edad media, el que tenía la información tenía el poder, hoy la información es una commodity al alcance de cualquiera. Los problemas son otros, ahora lo que hay es un exceso, y no todo es bueno. A los alumnos hay que dejar de evaluarlos en base a necesidades anticuadas y dinamitar las bases mismas del modelo actual para reconstruirlo de cero.
Valores
Aprendizaje continuo, curiosidad, crítica, trabajo en equipo, participación, emprendimiento… son los valores que tienen que adquirir. Tienen que saber discriminar lo bueno de lo malo, hay que fomentarles el espíritu crítico y analítico. Hay que amueblarles la cabeza con elementos que les ayude a pensar por sí mismos. Asignaturas como filosofía, teatro, psicología, debates, son claves para crear una mentalidad abierta a los cambios. Muchos de nuestros hijos trabajarán en profesiones que hoy no existen, y cambiarán de ella 3 o 4 veces a lo largo de su vida.
Por supuesto que también deben aprender a escribir sin faltas de ortografía y la historia y geografía del mundo en el que viven, una cosa no excluye a la otra, pero esto hay que hacerlo mucho más atractivo. El uso de las Tecnologías de la Información y los sistemas audiovisuales son fundamentales para ello.
Y para terminar, una mención especial a las matemáticas. Me duele cuando alguien ‘alardea’ de no saber de matemáticas. Sin las matemáticas y unas nociones de economía no se puede pedir una hipoteca o un crédito o montar una empresa, por poder no se puede ni tener las bases necesarias para votar con sentido al partido de turno, ya que sus decisiones político-económicas nos influyen a todos; en la ignorancia es muy fácil caer en el populismo. Y aquí hemos tirado la toalla, damos por asumido que son difíciles y que es lo que hay; pues no, las matemáticas son fáciles, solo hay que saber cómo llegar a los chavales para enamorarles con ellas, pero eso no está en el temario ¿verdad?
En fin, estamos errando el tiro, fijémonos que los países que mejor lo hacen, como Finlandia o Corea del Sur, y aprendamos a hacer bien las cosas. Dejemos ya las discusiones por el sexo de los ángeles y cambiemos esto de una vez.